13 nov El lápiz labial

El lápiz labial

Publicado el : 13/11/2021 10:32:06
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La ropa, los zapatos, las herramientas, las joyas y los cosméticos fueron las primeras formas en que logramos hacer eso, pero los lápices labiales fueron una de las formas más notables de cambiar nuestra apariencia.

Los cazadores se pintaban la piel para mezclarse mejor con su entorno, los sacerdotes se decoraban para honrar a sus dioses, y los jóvenes para impresionar al sexo opuesto.

Inicios del lápiz labial

En sus comienzos se elaboraban a partir de fuentes naturales al alcance de todos, pero a medida que las civilizaciones fueron avanzando comenzaron a elaborarse de forma más avanzada.

Así pues, las primeras personas en hacerlo fueron las mujeres mesopotámicas, quienes trituraron gemas preciosas y usaron su polvo para decorar sus labios, pero fue en Egipto donde la fabricación de lápiz labial recibió muchos avances y donde se popularizó el color carmín.

Después de que Egipto logró difundir sus inventos y avances en toda Europa, el lápiz labial consiguió encontrar su hogar principalmente con los actores de los imperios griego y romano.

Malos tiempos para la cosmética

Pero no todo fueron buenas y bonitas palabras para este cosmético. A medida que avanzaba el cristianismo, la Iglesia Católica condenó el uso de cosméticos, conectando el uso del lápiz labial rojo con la adoración de Satanás.

El labial regresó en el siglo XVI, con los cambios de moda de Isabel I. Pero rápidamente se consideró un instrumento utilizado por mujeres de baja clase y prostitutas.

El resurgir de los pintalabios

Con la revolución industrial, los bajos precios, el aumento de la fotografía y la popularización de muchas actrices de cine famosas, … los lápices labiales resurgieron. Para entonces, los innovadores lograron crear su moderno tubo giratorio hacia arriba, los químicos crearon recetas brillantes y la moda comenzó a dictar las tendencias y colores populares de los lápices labiales.

La fabricación de lápices labiales es un arte antiguo que recibió numerosas mejoras en los últimos siglos, pero la fórmula básica sigue siendo la misma. ¿Qué te ha parecido?