Cómo domar el pelo encrespado

Esa sensación cuando sales a la calle después de haber dedicado su tiempo al peinado y ver que la humedad hace que tu pelo eclosione, se encrespe. Existe un término beauty que seguro que has escuchado: Bad Hair Day, o lo que es lo mismo, un muy mal día para tu pelo. Pero, tranquila, que hoy te vamos a enseñar nuestros trucos para domar el pelo encrespado por la humedad.

Cómo domar el pelo encrespado por la humedad

Lo primero que tienes que saber es que el encrespamiento que provoca la humedad tiene otro origen muy distinto; de hecho, la humedad no es el origen o la causa, sino una reacción.

En realidad, si tu pelo se encrespa ante el menor atisbo de humedad, el por qué lo debes encontrar en si has cuidado bien el cabello. En efecto: ante un pelo deshidratado, la lluvia o la humedad del ambiento lo que provoca es que el pelo lo asimile porque lo demanda, pero lo hace en exceso. Y eso es el frizz o encrespamiento.

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Aclarado este punto, veamos cómo combatir el pelo encrespado de una vez por todas.

Cambios de temperatura

Los cambios bruscos de temperatura no le sientan nada bien a tu pelo. La calefacción genera ambientes caldeados que fomentan el encrespamiento. ¿Qué hacer? ¿Me cubro el pelo en el interior? Además de cierta mala educación, someterás a un calor extra que tampoco le viene nada bien a tu pelo.
Una primera medida que puedes adoptar es lavar el pelo con agua templada; ni muy caliente ni fría.

Secar sí, pero no frotar

Hay tres acciones que dañan tu pelo sin saberlo: frotar el pelo con la toalla para secarlo; someterlo a excesivo calor con cualquiera de las herramientas térmicas, y dejarlo a medio secar. ¡Ah! Y no cepillarlo con el cepillo adecuado.

En todos los escenarios, tu cabello sufrirá desgaste, deshidratación y pérdida de fuerza.

La base está en la hidratación y el cuidado constante, para que en cualquier de estas situaciones tu pelo no se encrespe. Para cuidar tu cabello y evitar que se encrespe, utiliza champús y productos con fórmula antifrizz.

A partir de ahora, cuando comiencen a caer las primeras gotas, en vez de pensar en que te convertirás en la nueva Mónica Geller, sabrás que estarás divina.