Crímenes contra tu piel que comentes en la ducha

Ducharse es el momento de mayor relax para casi todos nosotros. Sin embargo, a pesar de ser tan cotidiano y simple, si cometes estos errores dañarás tu piel. ¿Será tu caso? Descúbrelo con nosotros.

Crímenes que comentes contra tu piel en la ducha

Te estarás preguntando qué errores puedes estar cometiendo al ducharte como para que los denominemos crímenes. Te los mostramos con la esperanza de que no estés incurriendo en ellos. Y si es así, te mostramos cómo reparar el daño en la piel.

No hidratar la piel después de ducharte

¿Crees que con exfoliar la piel antes y una ducha rápida tu piel está lista? Limpia, sin lugar a dudas, pero no cuidada. Cada vez que aplicamos gel sobre ella y nos duchamos, estamos eliminando parte de su protección natural.

Saltarse la hidratación es el mayor crimen que puedes cometer contra tu piel al ducharte.

Nunca te vistas sin antes aplicar o bien una leche corporal o un hidratante específico.

El agua caliente

En invierno, ducharse con agua fría no llama. Aun cuando se ha demostrado que tiene efectos positivos para nuestro organismo. Ahora bien, ducharse con agua que casi escaldaría un huevo, tiene el efecto contrario.

Sí. Puede que incluso te sientas identificada si te contamos que sabremos que nos estamos pasando con la temperatura del agua caliente en la ducha cuando en la piel aparecen surcos rojos mientras te duchas, y la notas seca al salir.

El agua excesivamente caliente elimina los aceites y grasas naturales de la piel, favoreciendo la aparición de picor, sequedad y rojez.

¿Cuál es la temperatura ideal para ducharte sin dañar la piel? Entre los 20 y 35 grados. Si utilizas geles ricos en vitaminas y principios activos hidratantes, la estarás protegiendo para el momento después.

Gel de ducha inadecuado

Los daños en la piel cuando te duchas no provienen solo del agua (si es más dura, si nos bañamos con agua ardiendo…). El gel de ducha que elijamos también puede ser un enemigo para tu piel.

¿En shock? Del mismo modo que no todas las cremas están indicadas para todos los tratamientos y tipos de pieles, los geles y leches corporales se formulan con principios activos específicos para cada tipo de sintomatología.

La esponja maligna

Nos gusta denominarla así porque la esponja de baño es uno de los principales focos de bacterias para la piel. Su situación, en un ambiente húmedo, con menor ventilación, lo convierte en el cobijo de agentes dañinos para tu piel.

Siempre que te sea posible, enjuaga bien la esponja y deja que seque en un espacio ventilado, lejos de la humedad del baño. Y cámbiala de forma regular. Por supuesto, antes de frotar la piel, asegúrate que está bien enjuagada.

Muchos caen involuntariamente en estas trampas. Esperamos que después de leer esta llamada de atención para el cuidado de la piel durante y después de la ducha, tú no seas uno de ellos.